Palacio del Infantado
El Palacio del Infantado es uno de los lugares emblemáticos que ver en Guadalajara. Se trata de un palacio que ordenó construir Iñigo López de Mendoza y Luna, segundo duque del Infantado. Y es que en la historia de la ciudad, la familia Mendoza tiene un papel protagonista. Además de nobles, se dedicaron a la vida política en España, y en Guadalajara ordenaron construcciones tan importantes como este palacio. Se construyó a finales del siglo XV en estilo gótico isabelino. Actualmente, es la sede del Archivo Histórico y del Museo Provincial de Guadalajara.
Conventos de las Carmelitas de San José y La Piedad
En la ciudad sobreviven dos conventos: el de las Carmelitas de San José, y el de La Piedad. El primero se construyó en el siglo XVII de la mano del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios y del maestro de obras Jerónimo de Buega. En el interior se conservan dos importantes obras: la Transverberación de Santa Teresa, de 1644, y las Tres mártires Carmelitas.
Panteón de la Condesa
Uno de los lugares de interés que ver en Guadalajara es el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y Duquesa de Sevillano. Se construyó entre finales del siglo XIX y principios del XX por encargo de María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano. Lo mandó construir en honor a sus familiares fallecidos.
Parque de la Concordia
Guadalajara es una ciudad con muchas zonas verdes. Pero quizá la que destaca más por encima del resto es el Parque de la Concordia por estar en el centro, junto al casco histórico. Este parque que ver en Guadalajara supone el principio de un eje de zonas verdes compuestas por los parques de San Roque, las Adoratrices y la Fuente de la niña. ¡Ideal si viajas con niños!
Alcázar Real de Guadalajara
Como decíamos, Guadalajara es el reflejo de las diferentes culturas que han pasado por la zona. Y un ejemplo de ello es el Alcázar Real, una fortaleza de origen andalusí que ver en Guadalajara. Se construyó en el siglo IX como un recinto de más de una hectárea. Pretendía proteger la entrada a la ciudad y vigilar el paso por el valle del río Henares. Con el paso del tiempo ha cumplido otras funciones y ha sido palacio real, fabrica y cuartel militar.
El Hayedo de Tejera Negra
Si hay un lugar bonito que ver en Guadalajara provincia es el Hayedo de Tejera Negra, que se encuentra en Cantalojas y está integrado en el Parque Natural de la Sierra Norte. Las hayas le dan un ambiente de cuento al bosque, y es uno de los mejores lugares en los que disfrutar del otoño en España. El suelo se cubre de musgo y crece el boletus edulis, un hongo muy preciado.
La ruta de Viaje a la Alcarria
La comarca de la Alcarria, en Guadalajara, es la protagonista de Viaje a la Alcarria, una de las novelas del Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela. Y en torno a esta novela de viajes se ha creado un itinerario turístico y cultural. Esta ruta sigue los pasos del autor durante su viaje por 22 pueblos de Guadalajara y es una de las mejores rutas senderistas por España.
Brihuega
Brihuega es uno de los pueblos que visitar en Guadalajara que más popularidad ha ganado en los últimos años. Especialmente, gracias a sus campos de espliego (el nombre de la planta de la que se extrae la lavanda), que se han lucido como nunca en Instagram. Ya no hace falta irse a la Provenza francesa para encontrar hectáreas y hectáreas de ese color lila tan característico, si no que basta con hacer una breve escapada.
Atienza
Otro de los pueblos que visitar en Guadalajara es Atienza, uno de los lugares que ver en Castilla-La Mancha. En esta Villa se pueden seguir los pasos del Cid, del Quijote y también pasa por sus calles la Ruta del Románico Rural. Es, sin duda, uno de los lugares que ver en Guadalajara por sus importantes edificios románicos, los edificios de arquitectura tradicional y la naturaleza que la rodea.
Sigüenza
Esta población medieval está llena de monumentos interesantes y con muchísima historia: el castillo, que ha sido reconvertido en Parador, iglesias, plazas y calles empedradas y su catedral, que es todo un icono. La Catedral de Santa María de Sigüenza es una mezcla de estilos: la nave, en gótico; las puertas de acceso de estilo románico, y las torres, que recuerdan a las de una fortaleza.
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